El maravilloso mundo del oído

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Cómo funciona el oído

El oído humano está formado por un conjunto de partes del cuerpo capaces de transformar las vibraciones del aire o de otro medio transmisor en señales neuronales, que el cerebro analiza e interpreta según patrones sonoros adquiridos con el tiempo.

De forma muy breve, el proceso de audición consiste en que: las ondas sonoras, que llegan a través de la oreja y el conducto auditivo externo, hacen vibrar la membrana auditiva (tímpano), donde son transmitidas a través de los pequeños huesos (martillo, yunque y estribo) hasta el caracol. Allí se convierten en señales nerviosas que llegan al cerebro para ser procesadas.

Ese procesamiento generalmente incluye la identificación de la fuente de origen del sonido, su ubicación espacial (distancia y dirección con respecto al oyente) y comprensión de su significado.

El significado de los sonidos se aprende sin que seamos conscientes del complicado proceso que implica. Diferenciar un golpe de una mesa de un golpe sobre una puerta tiene que ver con experiencias previas.

El sentido del equilibrio

En el sentido del equilibrio actúan varias partes de nuestro cuerpo: la vista, las articulaciones, los músculos y el laberinto membranoso del oído interno.

En este laberinto están los canales semicirculares, dispuestos en los tres planos del espacio. En estos canales están las células ciliadas, que, en contacto con el líquido endolinfa, vibran o se mueven cuando se produce un sonido o un cambio en la posición del cuerpo. Cuando esto ocurre, esas células recogen la información y la mandan mediante impulsos nerviosos al nervio auditivo, que la envía al cerebro.

Cuando giramos varias veces sobre nosotros mismos, al parar, la endolinfa sigue girando y la información que recibe nuestro cerebro es contradictoria, pues por una parte parece que seguimos moviéndonos, pero por otra nuestra vista y músculos nos indican que estamos parados. Esta contradicción se traduce en la sensación de mareo. Si queremos acabar con ella, bastaría con girar en sentido contrario (como lo hacemos con el Cola Cao de las mañanas, si queremos que deje de girar en nuestro tazón).

Diferente es la sensación de mareo que se produce con la enfermedad de vértigo. En este caso esas células y el laberinto no están funcionando correctamente. Aunque no hay una medicina que lo solucione, sí que hay sustancias que mitigan la sensación de mareo hasta que el laberinto vuelve a funcionar bien.

Preguntas que surgen

Cómo es posible escuchar la voz de un amigo en una sala llena de gente

Todos hemos pasado alguna vez por la experiencia de grabar un vídeo en el que un grupo de personas hablan a la vez. Al escuchar la grabación nos encontramos con una mezcla incomprensible, pese a que en el momento en el que hicimos el registro no teníamos ningún problema en comprender lo que decía cada uno, e incluso, seguir más de una conversación a la vez.

Esta capacidad de diferenciar o discriminar un estímulo entre todos los que recibimos y concentrarnos en él, es lo que conocemos con el nombre de atención, y tienen una base psicológica y una física.

El sonido se programa por el aire a una velocidad media de 340 m/s (varía con la temperatura). Ello significa que los sonidos llegan al oído con tiempo suficiente para poder ser diferenciados y analizados. Pudiendo llegar con una diferencia de 0 y 50 milisegundos.

La intensidad del sonido también varía con la distancia y la sombra que el cráneo produce, amortiguando el volumen del sonido en la oreja contraria a la dirección de la fuente sonora. Ambos factores, diferentes momentos de llegada y diferentes intensidades son distinguibles por el oído y permiten ubicar la dirección y la distancia de las diversas fuentes de sonido, y dirigir la atención voluntaria a una u otra fuente.

En el caso de las conversaciones, la diferencia de timbre entre las voces facilita esa discriminación.

Volviendo al tema de la grabación de un vídeo. Todos los sonidos pasan a tener una única fuente (el reproductor del móvil), siendo mucho más difícil diferenciar las voces.

Por qué se nos ‘taponan’ los oídos cuando subimos una montaña

En realidad no se taponan. Lo que ocurre es a medida que subimos de altura, disminuye la presión y por tanto se produce una diferencia de presiones entre el exterior y el interior del cuerpo. Para igualar esa presión, basta con bostezar, abrir la boca… para que la Trompa de Eustaquio (conducto que une el oído medio con la cavidad nasal) realice su función de equilibrar las presiones a ambos lados del tímpano. Si esas presiones no están equilibradas, el tímpano no puede transmitir las ondas sonoras de manera eficiente. Además, esa trompa tiene otra función, ventilar adecuadamente el oído medio.

Cuando te sumerges en una piscina ocurre lo contrario, la presión sobre el tímpano aumenta. En este caso, no bosteces.

Si meto un lápiz en el oído, ¿me quedo sordo?

Esa torpeza te va a salir muy cara. Lo primero que te pasará es que te harás mucho daño y lesionarás el tímpano. Recuerda que el tímpano es una membrana muy fina y delicada (9 a 10mm de diámetro), que se rompe con facilidad. Si eso ocurriera, puede que se arregle sola con el tiempo o que haya que intervenir. En todo caso, piensa que es como una tela, una vez rota ya no está nueva y perderá elasticidad y propiedades.

¿Por qué las personas mayores pierden capacidad auditiva?

Simplemente porque con el paso del tiempo el tímpano se endurece, pierde elasticidad y capacidad para vibrar. Ocurre lo mismo con el parche de un tambor, solo que en este caso no se puede comprar un tímpano nuevo. Lo que sí se puede hacer es sustituirlo en cierto modo por un audífono.

Si quieres perder audición antes de envejecer, basta con que sigas escuchando música con los auriculares, a más volumen del necesario. O, trabajando en lugares ruidosos, que no te protejas con auriculares especiales.

¿Se puede escuchar si tienes el oído ‘dañado’?

Depende del daño. Actualmente se pueden sustituir los huesecillos del oído medio. Y hacer implantes cocleares para compensar daños en el oído interno.

Cómo funciona el oído

Funcionamiento del oído humano

Equilibrio 5′ 41″

Cómo podemos cuidar nuestro oído

Utilizando el sentido común:

  • Limpieza adecuada. No se trata de meter palitos para quitar la cera, sino de limpiar con agua y jabón siempre que nos lavemos la cabeza.
  • Revisión médica. Si hay cualquier indicio de problema de audición o si un resfriado afecta al oído.
  • Volumen de música y películas adecuado. El tímpano sufre desgaste con el mal uso y el tiempo. Es muy importante cuidarlo.
  • No introducir objetos. Es asombrosa la cantidad de daños que se producen por esta razón.

¿Quieres saber más?

‘El cuerpo humano’, de Bill Bryson, es un libro magnífico. Consulta ‘La cabeza’ en la pag. 68 del documento enlazado.